Recién presentado la semana pasada y bajo el explícito título de Post Pop Depression, llegará el próximo 18 de marzo, a través de Loma Vista, el nuevo trabajo de Iggy Pop, esta vez con una alineación de colaboradores de lujo: el omnipresente Josh Homme (Queens of the Stone Age, Eagles of Death Metal, Kyuss), que también se ha encargado de la producción del álbum, Matt Helders (batería de Arctic Monkeys) y Dean Fertita (QOTSA y The Dead Weather) acompañaran en esta nueva aventura musical al ex de los Stooges. Confluencia de estrellas para un disco que pinta muy bien.
Un ambicioso trabajo grabado en secreto que partió del encuentro de Iggy Pop, deseoso de probarse a si mismo como artista tras el revuelo provocado en los últimos años por el regreso de su banda The Stooges, con Homme. La intención era llegar donde ninguno de nosotros habíamos llegado antes. Ese fue el acuerdo. Y llegar hasta el final, afirma Josh Homme, que necesitaba, por su parte, un proyecto entre manos para superar el trauma que los atentados de Paris supusieron para una de sus bandas (Eagles of Death Metal). El deseo de los miembros de este supergrupo, de hecho, es salir de gira por todo el mundo para presentar el álbum en directo, donde contarán también con la presencia de Troy Leeuwen (QOTSA) y Matt Sweeney (Chavez). La pasada semana ya hicieron lo propio en el show televisivo de Stephen Colbert, donde interpretaron con brillantez su primer single, Gardenia, que ofrecen en descarga al reservar el disco.
Post Pop Depression contiene nueve canciones y fue grabado durante tres semanas en Joshua Tree (California), una aislada población de unos siete mil habitantes, y financiado entre Pop y Homme. Aparte del citado single Gardenia, hace unos días Iggy Pop y compañía adelantaron otro tema, Break into your heart, canción que abre el disco impregnada de dramatismo a ritmo de cadencioso blues rock de mucho quilates.
Gardenia, nuestra canción de la semana, es un medio tiempo contundente donde la brillantez de la voz de Iggy Pop (spoken word incluido) se da la mano con una espectacular guitarra rítmica por parte de Josh Homme, sin olvidar la impecable batería de Helders. Un musculoso ejercicio de estilo en el que el bueno de Iggy declara su amor a una mujer a pesar de sus defectos y en el que subyace a cada segundo la sombra estilística de Bowie. Un temazo que demuestra que algunos artistas se adaptan perfectamente a los tiempos que viven y un álbum que ya estamos deseando escuchar al completo.
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CÉSAR ALONSO
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