DESNUDANDO LA MÚSICA: Bennington y Cornell, (trágicas) vidas paralelas

Existe un término acuñado por el psicólogo y psiquiatra Carl Jung que nos fascina, denominado sincronicidad. Se refiere a la simultaneidad de un suceso (o varios) sin relación de causa y efecto, vinculado por su sentido y que tiene significado para el observador. Más allá de las teorías psicoanalíticas, la vida de los seres humanos está llena de acontecimientos sobre los que, asombrados, decimos «esto no puede ser casualidad». Es posible que esto les ocurriera a Chris Cornell (Soundgarden) y a Chester Bennington (Linkin’ Park) cuando se conocieron, charlaron y tomaron conciencia de todo lo que compartían. También es posible que las personas tremendamente heridas y con un poso de dolor que les marca tengan la sensibilidad de detectar a los congéneres que han pasado por las mismas circunstancias. Lo que es indudable es que fueron grandes amigos y que les unieron muchos paralelismos, que llegaron hasta el mismo días de sus respectivas muertes.

Ambos vocalistas vieron marcadas sus infancias por el divorcio de sus padres y se refugiaron en el alcohol y las drogas. En el caso de Cornell, se inicia en alcohol a los 13/14 años.  Posteriormente confesó haber sido pionero en ser adicto al OxyContin, medicamento que contiene una concentración pura de oxycodona (famosa gracias al televiso Dr. House) y de efectos similares a la heroína.  Su amigo fue aun más precoz. Cuando sus padres se separaron quedó bajo la custodia de su padre, un policía experto en abusos sexuales que, paradójicamente, no pudo ver la señales en su propio hijo, víctima de esos mismos abusos a lo largo de un lustro por parte de un amigo de la familia. El resultado, una huída en forma de alcohol desde los 9 años y poco más tarde crack, ácido y metaanfetamina.  También coincidían en sus problemas depresivos, que comenzaron en esta etapa.

Los dos encontraron abrigo y el mejor ungüento para las heridas en la música. Cornell fundó Soundgarden en 1984, separándose en 1997, año en el que se forma Xero, cuyo nombre definitivo será Linkin’ Park tras la incorporación de Bennington en 1999. Este provenía a su vez de una banda llamada Grey Daze, influída ¿adivinan?, efectivamente, por el sonido grunge de Soundgarden y demás bandas de la escena del sonido de Seattle de los ’90.

Sus parejas también tuvieron un papel fundamental en su vida. Ambos vocalistas habían señalado a sus segundas esposas como sus salvadoras y les habían agradecido públicamente el apoyo y el papel que tuvieron en recuperar el rumbo de sus vidas. No había sido así cuando se estrenaron en el matrimonio. Sus primeras mujeres estaban ligadas al mundo de la música. Cornell estuvo casado con Susan Silver, manager de su banda y de Alice in Chains, de la que se divorció en 2003, el mismo año en que conoce a la publicista Vicky Karayiannis, casándose en breve. Bennington, se unió a su segunda esposa, la modelo Talinda Ann Bentley casi a la vez que Cornell, en 2004. Ambos se habían estrenado como padres con su primera pareja y sus hijos se llevan meses de diferencia. Bennington se convirtió en el padrino de los dos hijos que Cornell tuvo con Talinda.

También compartieron escenario y gira. En 2008, un Chris Cornell que ya había iniciado carrera como solista, tras la disolución de Soundgarden y su segunda banda, Audioslave, se unió a la gira de Linkin’ Park.

La crítica ya les había incluido dentro de las grandes voces de la música. Una encuesta de la revista Rolling Stone situaba a Cornell en el noveno puesto y Planet lo colocaba en el 22 de los mejores cantantes de rock. Las cualidades vocales de Bennington le situaron entre los mejores del metal de todos los tiempos (lista Hit Parader).

Sorprendió al mundo el suicidio de Cornell el 19 de mayo. Ni si mujer habia notado ningún síntoma de recaídas del cantante, si bien, al notar su voz rara durante la última conversación que mantuvieron,  tras el concierto que ofreció en Detroit, pidió que alguien fuera a verle, descubriéndose el fatal desenlace. Se había ahorcado en la puerta del baño del hotel. Para Bennington fue un duro golpe, tal y como transmitió en la carta que le dedicó y una de cuyas frases era no puedo imaginar un mundo sin tí en él. ¿Profético? Pone los pelos de punta escuchar ahora la grabación del Hallelujah de Leonard Cohen que entonó en el entierro de su amigo. El 20 de julio, día en que Chris hubiera cumplido 53 años era encontrado en su casa el cuerpo de Benington. También ahorcado, también en el baño.

La autopsia de Cornell, además de confirmar el suicidio, parecía corroborar la recaída del cantante, encontrándose en su sangre restos de diversos tranquilizantes y barbitúricos. El primer informe sobre Bennington solo revela lo que ya sabíamos. La falta de notas de suicidio de ambos nos deja el desconcierto sobre el desencadenante que les llevó a acabar con su vida y si, en el caso del exvocalista de Linkin’ Park, la pérdida de su amigo tuvo que ver con su última decisión.

Para despedirnos, una de las imágenes más emotivas de ambos, compartiendo escenario cantando el tema Hunter Strike, canción del disco Temple of the dog (1991) y de la banda homónima, integrada entre otros por Cornell y el ex guitarrista de Pearl Jam, Eddie Vedder. D.E.P.

 

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Concha Gallén

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