DESNUDANDO LA MÚSICA: The Velvet Underground, trascendiendo al rock

El pasado 13 de marzo se cumplió la fecha de lanzamiento de uno de esos discos que, en su día, pasó sin pena ni gloria. Pero el tiempo, que a veces lanza injustamente al limbo del olvido, también sabe de vez en cuando reubicar a los infravalorados. Así lo hizo con el fracasado comercialmente The Velvet Underground & Nico, un álbum que vendió la triste cifra de 30.000 discos a lo largo de un lustro es, sin embargo, considerado hoy en día objeto de culto, referente musical e influencia decisiva para multitudes de bandas. Tampoco hay que olvidarse que es alzado al Olimpo del mejor disco de todos los tiempos por reputadas revistas musicales. Es buena (y justa) hora de recordarles.

Los orígenes de este atípico combo comienzan con el encuentro del neoyorquino Lou Reed y el galés John Cale, quien había obtenido una beca para estudiar en Estados Unidos. Tras tocar juntos en The Primitives deciden montar su propia banda, para la que reclutan a un compañero universitario de Reed, Sterling Morrison y a la batería a un efímero Angus MacLise que pronto fue sustituido por la enérgica Maureen Tucker. Corría el año 1964 y, supuestamente, el grupo estaba formado.

Ya casi todo estaba listo, pero faltaba el carismático rey del Pop Art, Andy Warhol. Es el zénit de la era underground. El Greenwich Village neoyorkino es un hervidero de artistas, escritores, músicos y actores que frecuentan la multitud de garitos del barrio, desde galerías de arte, como la Factory de Warhol, hasta teatros y cafés. Es en uno de ellos, el Café Bizarre, donde el artista les oye actuar y decide apadrinarles. Sin embargo, para el excéntrico pintor la voz de Lou Reed no era santo de su devoción y, por mediación e insistencia de su mano derecha, el cineasta Paul Morrissey, decide, o más bien obliga por contrato a incluir en el cuarteto a una modelo y actriz de sus películas experimentales, la enigmática Nico. No era una desconocida. De origen alemán o húngaro (nunca ha quedado clara su procedencia), hija de una víctima del exterminio nazi, pronto consiguió con su belleza ser una cotizadísima modelo en París. Por cierto, en nuestro país fue conocida por un spot publicitario, llegándosela a denominar la chica del coñac Terry. Tras realizar un pequeño papel en La dolce vita, decide instalarse en Nueva York, donde encandila hasta el mismísimo Bob Dylan, que le dedicará el tema I’ll keep it with mine. Adoptada por Warhol, su llegada no sienta nada bien a los miembros de la Velvet. En el rock no eran bienvenidas las mujeres (si no que se lo digan a Joan Jett) y menos siendo una imposición del productor. Pese a las tensas relaciones, Lou Reed cayó rendido ante su voz, dedicándole el tema Femme Fatale (a su vez una petición de Warhol para que se inspirara en la actriz Edie Sedgwick).

Con el nombre definitivo de The Velvet Underground, inspirado en un ensayo sobre el sadomasoquismo, comienzan a desfilar los temas que incluirá el álbum de debut. Canciones sinceras y descarnadas sobre temas tabú hasta el momento, como la prostitución, las drogas, el masoquismo… Poco aceptable para las discográficas, como comprobarían pronto.

Desgranando el álbum, tras la apertura con Sunday morning, entran de lleno en el sórdido mundo de las drogas con I’m waiting for the man. Como curiosidad, a Bowie le llegó la maqueta a través de su manager y ya hizo su propia versión antes de que la original se publicase. Tras el dueto Reed-Nico en Femme Fatale, llega otra escandalosa, Venus in furs, que gira en torno a prácticas sexuales como el bondage, sadomasoquismo y la sumisión. Le sigue Run, Run, Run, en la que retoman el tema de los estupefacientes sin ningún disimulo. All tomorrow’s parties trataba el mundo de la famosa Factory de Warhol, con sus juergas y orgías incesantes. Por canciones como Heroin, Reed se ganó la reputación de ser el mayor adicto del momento. Aunque siempre fue ambiguo en sus declaraciones sobre este tema, solo porque escribo sobre eso no quiere decir que lo haga, era raro darle otro significado a estrofas como Cuando ponga la aguja en la vena te aseguro que las cosas son muy distintas (…).La heroína será mi muerte pero es mi esposa y es mi vida. There she goes again seguía en la línea del escándalo, una canción de desamor donde propone golpear a esa chica que te ha abandonado. Para suavizar el tema le sigue la preciosa I’ll be your mirror, una canción de amor con frases tan deliciosas como I’ll be the wind, the rain and the sunset. The light on your door to show that you’re home, con la grave y envolvente voz de Nico, que por cierto, tuvo que repetirla infinidad de veces debido a los llantos que le provocaba. The Black angel’s death song es la canción que les prohibieron tocar en el Café Bizarre y por lo que interrumpieron allí sus actuaciones. Cierra el disco European son, tema que Reed dedicó a su mentor en la universidad, Delmore Schwartz, que había muerto alcoholizado poco antes.

Y tras la composición de las canciones, comenzó el periplo de las discográficas y sus negativas a editar el disco. La influencia de Warhol fue fundamental (a pesar de que posteriormente renegaron de su papel como productor; según los componentes, la participación en el disco fue casi nula). Fuera como fuese, gracias a sus contactos consiguió que Verve, perteneciente a MGM, diera vía libre al proyecto. Problemas con la contraportada bloqueó la distribución del disco, y cuando regresó a las tiendas no pudo recuperarse de las pobres ventas.

Reed, descontento con los derroteros que tomaba el grupo, despidió a Warhol por desavenencias monetarias, así como a Nico, pese a que tanto él como Cale participaron en su disco debut, Chelsea Girl (este últimoademás, le produjo otros discos a lo largo de su carrera en solitario).

Nueve meses después la banda lanza con el mismo sello discográfico White light/White heat. Reinciden en la temática escabrosa de las drogas y el sexo aunque con un sonido mucho más estridente. Algunos lo adoran y otros aseguran que es sin duda su peor álbum. A su criterio lo dejamos. Destacamos la que da nombre al LP, Here she comes now o I Heard her call my name.

Tras su grabación Reed da a escoger al grupo entre quedarse con John Cale o él. Para muchos, la decisión venía de los celos artísticos del neoyorkino hacia el galés; para otros, las diferencias creativas, puesto que Cale era más amigo de la experimentación. Morrison y Tucker escogieron a Reed y en el lugar de Cale se situó Doug Yule.

La nueva formación presentó nuevo disco, The Velvet Underground en 1969. Parece que el despido de Cale influyó en el ritmo más sereno de este álbum respecto al anterior. Es difícil escoger temas, pero nos decantamos hacia What goes on, Candy says, Pale blue eyes o After hours.

Con la tónica de disco por año, en 1970 presentan Loaded, un álbum magnífico y el último en el que participaría Lou Reed. Con una batería que se iban alternando los miembros, ante la baja temporal de Tucker por embarazo, el álbum está repleto de temas de melodías más pausadas, libre ya el vocalista de las discrepancias artísticas con Cale. Sencillos como Who loves the sun, Sweet Jane, Rock and Roll o Oh Sweet Nuthin, son la culminación perfecta de Lou con la banda que cofundó. Lo cierto es que las relaciones personales (malas, en concreto) de Lou con el resto de sus compañeros provocan su salida de la banda, al que sigue Morrison.

Quedan pues la batería Tucker y  el guitarra (y ahora solista) Yule para defender el nombre de la banda. Obligados por contrato con Atlantic Records a sacar un disco más, comienzan con el trabajo, pero la discográfica no debía de tener mucha fe en el resultado final al decidir lanzar al mercado, en lugar de un inédito, una grabación en directo de temas ya publicados, a la que pusieron por nombre Live At Max’s Kansas City.

Con nueva casa de discos y Tucker fuera de la banda, todos los suplentes de la formación original consiguen un contrato al otro lado del charco, concretamente en Gran Bretaña, lanzando en 1972 Squeeze. Antes de salir al mercado, el fracaso por parte de Yule de mantener una formación sólida le llevó a tomar la decisión de poner punto y final a la banda. Quizá ello pudiera lograr que le resultaran menos amargas las críticas recibidas, puesto que el álbum que compuso él solito fue vapuleado sin compasión.

El paso del tiempo propició varios encuentros de los miembros originales, incluyendo la gira dla de 1993. Eso sí, no pudo reunirse toda la formación original. Nico falleció en 1998 en Ibiza por las consecuencias de un accidente de bici. En 1995 fallecería Sterling Morrison de un cáncer linfático y más recientemente, Lou Reed nos dejaba en 2013 tras no superar las complicaciones de un trasplante de hígado realizado unos meses antes.

La influencia de la Velvet y, especialmente su primer disco, es realmente fascinante, habiendo marcado un antes y un después en la historia musical mundial. Imposible hacer una lista de grupos rendidos a su universo. Más que cambiar la música, cambiaron el panorama cultural en general.

Con la continuación mañana en la sección 5 canciones, nos es menos penosa la tarea de escoger tema de finalización. Abrimos boca con Heroin, la constatación de Lou Reed como talento en estado puro, tanto musical, como lírica y emocionalmente. Disfruten…

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Concha Gallén 

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