Nos hacemos mayores (que no viejos). Algo más de 35 años han transcurrido desde la formación de la banda viguesa Siniestro Total, uno de los mejores grupos (a nuestro parecer) que ha parido nuestra tierra musicalmente. Con motivo de ello, el pasado año comenzaron una gira por toda España bajo el nombre El mundo da vueltas (versión 2.0), el mismo que escogieron para el disco en ¡vinilo!, una rareza que agradecemos, así como las ocho nuevas canciones que incluía. Pero volvamos al principio, donde comenzó todo, allá por 1981, donde se encontraba nuestro querido Miguel Costas….
Los componentes tienen lazos de amistad desde muy jóvenes. Julián Hernández (batería y coros) y Alberto Torrado (bajista), fueron juntos al Colegio Alemán de Vigo, y posteriormente, en el Instituto del Calvario, Julián coincide con Miguel Costas (guitarra y coros) y Javier Soto (integrante del segundo periodo de la formación). El último en incorporarse fue Germán Coppini (vocalista).
La idea original era formar una banda de blues, pero el proyecto pega un giro radical tras impactarles un concierto de Cucharada, el primer grupo de Manolo Tena, y deciden variar de estilo. Cuenta la leyenda -urbana- que, proviniendo del Conservatorio, sonaban demasiado bien para la época, y máxime para la onda punk, por lo que decidieron intercambiarse los instrumentos. Pero solo es eso, leyenda. La realidad es que todos tocaban la guitarra y había que repartirse el resto…
El verano del 81 será inolvidable para el grupo. Sufren un aparatoso accidente de coche del que acaban hospitalizados y descartan el nombre provisional que habían adoptado (Maria Jesús Soriano y los que afinan su piano) para adoptar el del resultado del Renault 12 que conducía Julián, con el que alcanzarán la fama. Ese mismo año ofrecen su primer concierto en Vigo con las doce grabaciones de una primera maqueta. Dicha grabación consiguió hacérsela llegar Julián al locutor e impulsor de bandas de la época Jesús Ordovás, que las comienza a radiar en su emblemático programa de Radio 3, Esto no es Hawai. El resultado es un éxito tremendo que dará lugar a dos discos, ambos de 1982: el EP Ayudando a los enfermos y el LP ¿Cuándo se come aquí? El single más emblemático del primero es Ayatollah!, que impulsa el contrato y grabación del segundo, que incluye éxitos como Las tetas de mi novia, Hoy voy a asesinarte, Todos los ahorcados mueren empalmados o Matar jipis en las Cíes. Desde el principio desarrollan su máxima, que era decir el mayor número de barbaridades en el menor tiempo posible…
Con este disco y los que le seguirían dejaban claro que centralizar la movida en la capital era un reduccionismo no muy adecuado.
Paralelamente al ascenso de Siniestro Total, que presenta el primer disco nada menos que en la emblemática sala Rockola de Madrid, también lo es el de Germán Coppini, que alterna su labor de vocalista entre esa banda y Golpes Bajos, formada junto a su compañero de instituto Teo Cardalda. El éxito de sus dos primeros temas, Malos tiempos para la lírica y No mires a los ojos de la gente y la tensión que provoca su aparición en La edad de oro, el programa musical fetiche de la época, presentado por la recién fallecida Paloma Chamorro, en el que nombraba únicamente su pertenencia a Golpes Bajos, así como manifestaciones posteriores menospreciando el tipo de música de su primigenia banda precipitó su salida del grupo.
En octubre sale a la venta su segundo LP, Siniestro total II (El Regreso), con Miguel Costas como voz solista y Julián y Alberto como segundas voces. Con un sonido más definido, contiene temas tan inolvidables como No somos de Monforte, Más vale ser punkie que maricón de playa y Opera tu fimosis. Siguiendo la línea del primero, en el que versionaban una canción popularizada por Petula Clark, realizaban varias adaptaciones: Carol, de Chuck Berry, Superávit (del Gon’ get it de los holandeses Gruppo Sportivo) u O tren, del clásico gallego de Andres Do Barro. La propia Opera tu fimosis era un cover del Do the mutilation de The Revillos. Como curiosidad, Non credo en el amore, en un italiano inventado, fue compuesta por el escritor Moncho Alpuente.
Su carrera sigue una trayectoria imparable, así como frenéticas son sus colaboraciones. Costas desde 1981 colabora con el grupo que el mismo fundó, Aerolíneas Federales y Alberto Torrado reparte su tiempo entre Siniestro y Os Resentidos. Como resultado de la colaboración entre ambos combos gallegos surge el EP Surfin’ CCCP (1984).
Ese mismo año sale Menos mal que nos queda Portugal (1984), un magnífico disco que contiene temas ya míticos, como Assumpta (curioso homenaje a la actriz Assumpta Serna), Miña terra galega, todo un himno a la tierra que les vio nacer en una magnífica versión del Sweet Home Alabama de Lynyrd Skynyrd, ¿Quienes somos? ¿De dónde venimos?¿A dónde vamos?, Que corra la nicotina o Te quiero. Otras a destacar son Si yo canto, versión de My whole word is falling down, de Brenda Lee o Sobre tí, cover de Get over you de The Undertones.
Un año más tarde graban Bailaré sobre tu tumba (1985). Titulo y canción son extraídos de un diálogo de la película de culto Cotton Club, y es que la cultura de estos gallegos queda patente en todos sus discos. Es el álbum en el que se integra Javier Soto, ex guitarrista de Os Resentidos, que realizará a la par las labores de teclista. Además de la canción que da nombre al trabajo, destacan ¿Qué tal homosexual?, Rock en Samil, versión de Rockaway Beach de los Ramones y Viene el verano, versión de Here comes the sun de The Undertones.
Transcurren dos años hasta que llega su siguiente proyecto, De hoy no pasa (1987). Abre el disco un homenaje a su adorado Manolo Tena, Quiero bailar rock and roll, que compuso dicha canción estando al frente de Cucharada. De hoy no pasa cuenta con los coros de Josele Santiago (Los Enemigos). Otro éxito reseñable es Diga que le debo. Para nostálgicos ochenteros, podemos escuchar la versión Casimiro, del clásico con el que a muchos nos mandaban a la cama por esta época. Las 30.000 copias vendidas son el colofón ideal para el abandono de la banda de Alberto Torrado, que se incorpora definitivamente a Os Resentidos, aunque seguirá colaborando como músico de estudio con sus compañeros.
En Me gusta cómo andas (1988) Julián comienza a mostrar su hastío con la batería y a incorporarse a la guitarra. Inolvidables son temas como Pueblos del mundo ¡extinguíos!, Alégrame el día o Hermano bebe. Vuelven a contar en los coros con Josele Santiago. Para su gira, ya solo con dos miembros de la formación original, incorporan a Segundo Grandío como bajo y a Alberto González sustituyendo en la batería a Julián.
Con la nueva formación lanzan en 1990 En beneficio de todos, el último disco que grabarán con la discográfica DRO. Contaron con la colaboración del Maestro Reverendo y con coros femeninos, alcanzando el disco de oro. Los cortes más recordados, Camino de la cama y Ay, Dolores.
Con su nueva compañía, BMG-Ariola, lanzan un directo en 1992, Ante todo mucha calma, grabado en la Sala Arena de Valencia y que repasa los grandes éxitos de su carrera hasta el momento.
En 1993 lanzan Made in Japan, el que pondrá el punto y final de Miguel Costas en la formación (se nota en la única composición que escribe para este álbum). Grabado en Memphis (donde repetirán posteriormente), lo más destacable son Cuenca Minera, La historia del blues Vol. II o Yo dije Yeah (con la colaboración estelar de Alex de la Iglesia).
Para grabar Policlínico miserable (1995) vuelven a los estudios Ardent de Memphis. Comienzan una nueva etapa sin el peso fundamental de Costas y viran hacia sonidos nuevos, donde tiene más calibre el blues. No se puede decir que tuviera buena acogida por parte de sus seguidores, no sabemos si por los nuevos aires o por la ausencia del indiscutible Costas. Los singles extraídos fueron Solo los estúpidos tienen la conciencia tranquila y Y yo me callo.
Dos años después lanzan dos álbumes, uno de estudio, Sesión vermú y uno en directo, Así empiezan las peleas (1997), producto de la gira del año anterior. Si continuamos escuchando lo que vendrá después, La historia del blues, está claro que la marca punk de Siniestro ha desaparecido y los sonidos blues que explicitan en el título se han apropiado de una nueva época.
Les siguen hasta la fecha tres más: Popular, democrático y científico (2005), Country & Western (2010) y El mundo da vueltas (2016). Asimismo han lanzado varios directos, destacando Que parezca un accidente (2008), un disco doble en directo grabado en el mismo lugar y hora en el que tuvo lugar su primer concierto.
¿Y Miguel Costas? No podemos olvidar la trayectoria paralela de (sí, no lo disimulamos) nuestro adorado Costas. Al abandonar la bandas por diferencias musicales con su compañero Julián funda Los Feliz (nombre tomado del uno de los barrios más cool de Los Ángeles) en 1994 junto con Javier Martínez, Toni Ibáñez y Silvino Díaz (ex guitarrista de Aerolineas). Con un sonido rock sale al mercado Aleluya (1997), en cuyo trabajo participa Germán Coppini y Enrique Sierra (Radio Futura) entre otros artistas. Destacan Lo que hace falta es amor y Vamos, una versión de un tema de los Fleshtones.
En el segundo álbum, Enséñame la pasta (1998), Martin Esturao sustituye a Silvino Díaz. En él podemos disfrutar una serie de estupendas canciones como Suerte, Por el mar o Chispa.
En 2002 llega el tercer disco, Ataque de marketing, el que pondrá el final a la formación. Costas, desencantado, se plantea abandonar la música e incluso monta una tienda de informática. Pero está claro que el gusanillo de la música pica, y mucho. Retirado de los escenarios por un tiempo, ejerce como productor y colabora con otros grupos hasta que en 2008, ante la insistencia de Juan Martín, presidente de G. Domani, graba Condenado a Costas.
Un año después, una peritonitis a punto estuvo de llevárselo por delante, más viviendo en una aldea de Galicia en la que en alguna ocasión ha tenido que llamar a un tractor para poder comprar tabaco…
En 2011, aprovechando el tributo que en Perú realizan a Aerolíneas Federales, reúne de nuevo a la formación y realizan una gira por Sudamérica con los temas que les hicieron famosos y otros inéditos. Este mismo año ve la luz Costas is back, un disco tributo donde se rodea de voces populares, clásicas del panorama musical, como Rosendo, Bimba Bosé, David Summers, Modestia Aparte, Seguridad Social y alguna reciente como Edurne o Vega, haciendo repaso, para nuestro deleite, de algunas de sus composiciones, tanto para Siniestro como para Aerolíneas o Los Feliz.
En 2013 volvió a grabar un LP, Alguien tenía que hacerlo y colaboró en el debut de Las Gachises, un cuarteto femenino catalán de punk rock, de lo mejorcito que hemos escuchado últimamente en lo que a música patria se refiere, que expresaba su idolatría por el músico en su primer single, Yo amo a Miguel Costas. Lo último lo tenemos muy reciente, del pasado año, No me cuentes tu vida (2016), en una de cuyas entrevistas de presentación afirmó que era el único músico de su generación que no se había vendido.
Para terminar, escogemos una canción compuesta al alimón por Hernández y Costas, Pueblos del mundo, ¡extinguíos! Uno de nuestro himnos preferidos que, lejos de ser una lección de misantropía nos parece en demasiadas ocasiones un regalo a nuestro planeta por la acción deplorable que el ser humano está ejerciendo sobre él. Grandes.
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Concha Gallén
Un comentario sobre “DESNUDANDO LA MÚSICA: Siniestro total, amamos Galicia”