Pocos grupos musicales han sabido caminar con tanta destreza por la línea que separa el ruido de la melodía más cristalina. Los imprescindibles escoceses Teenage Fanclub han hecho eso y mucho más en sus casi tres décadas de brillante carrera, con una docena de álbumes intachables y su democrática manera de componer, donde el genio de Norman Blake, Gerard Love y Raymond McGinley (los tres miembros permanentes de la banda) sale a relucir en perfectas gemas pop de tres minutos. En Velvety hemos sufrido mucho para quedarnos con tan sólo 5 CANCIONES de tan exquisita discografía, pero hemos tratado de resumir en tan exíguo espacio nuestros momentos favoritos de la banda de Glasgow. Comenzábamos el lunes con el repaso a su trayectoria y el temazo Metal baby y continuamos hoy con otros cinco pildorazos, mas un bonus track, que sintetizan nuestra adoración por el grupo. Disfruten.
.
1. ALCOHOLIDAY (de Bandwagonesque).1991
Del tercer disco de la banda escocesa, Bandwagonesque (1991), que acaba de cumplir el cuarto de siglo, se podría extraer casi cualquier canción porque la calidad de los temas roza la perfección. Nos encontramos ante una conjunción de luminosas melodías power pop, guitarras eufóricas y ruidosas y una melancolía adolescente que subyace a todos los temas, perfectos para degustar en días otoñales o en estados anímicos de zozobra emocional. Precisamente el tema que rescatamos, Alcoholiday, uno de los grandes títulos de la banda, nos remite directamente al desengaño otoñal de sus letras y a los reverenciados Big Star y Neil Young que encontramos en tantas canciones de los de Glasgow. Cinco minutos y medio de gozo guitarrero con el aderezo de sus destacables coros habituales que resumen a la perfección la filosofía del grupo y que contienen algunas líneas bastantes destacables: what I’ve done I’ll leave behind me / I don’t want a soul to find me que ilustran el fatalismo a veces crónico de los escoceses. Un tema que ha envejecido divinamente y que sigue ganando en matices con cada escucha. Néctar.
.
2. PLANETS (de Songs from Northern Britain).1997
Al igual que comentábamos con Bandwagonesque (1991), el sexto trabajo de los de Glasgow, el enorme Songs from Northern Britain (1997) reúne tal cantidad de gemas pop que se hace casi imposible quedarse con una. Un álbum excelso que hablaba de temas recurrentes en su discografía como el amor y el hogar y que supuso el cúlmen creativo de la banda. Aunque en nuestro país y en EE.UU desgraciadamente pasó bastante desapercibido en su momento, en Reino Unido llegó hasta el tercer puesto de las listas, siendo su trabajo más laureado. Un álbum en el que la democracía compositiva de la que hacen gala funciona a la perfección y Blake, Love y McGinley aportan las mejores canciones que han escrito individualmente. Sin duda alguna su trabajo más maduro y redondo, que sigue conservando las líneas maestras del grupo: temas cantados por turnos entre los tres compositores, ritmos repetitivos que desembocan en prolongados riffs guitarreros (donde casi desaparece la distorsión de antaño) y romanticismo lírico aderezado por unos arreglos orquestales que son puro caviar. En Velvety nos quedamos con la sentida Planets, un medio tiempo gozoso escrito por Norman Blake donde las guitarras acústicas y los violines se dan la mano y volvemos a encontrarnos con una melodía de quilates, una vez más heredera de los Byrds y Big Star. Un tema para escuchar en bucle y dejar caer alguna lagrimilla.
.
3. DID I SAY ( de Four thousand hundred and sixty-six seconds).2003
El estupendo recopilatorio que la banda ofrecía en 2003 contenía tres canciones inéditas, compuestas por cada uno de los tres compositores, como de costumbre. Nosotros nos quedamos con la delicada Did I say, un corte de tintes clásicos escrito por Norman Blake, dotado de una infecciosa melodía y unas armonías vocales de altura, amén de una poética lírica que habla de amor, de deseos de recuperar el pasado y que insinúa la pérdida Todo ello aderezado por un violín que toma protagonismo en lugar de las guitarras y una machacona percusión que jalona toda la canción. Un excelso tema que no tuvo la repercusión merecida pero que pone los pelos como escarpias por su belleza evocadora de los sonidos de la costa oeste y sus reminiscencias de los setenteros galeses Badfinger. Una canción que crece desde los compases iniciales con el suave piano de Blake marcando los tiempos a la explosión de la jadeante guitarra de McGinley, que nos conduce a dos minutos y medio de gozo absoluto. Otra gema pop para la colección.
.
4. DUMB DUMB DUMB (de Howdy!).2000
Podría parecer que los escoceses estaban un poco pérdidos en los albores de este siglo a tenor de alguno de los títulos de su álbum Howdy! (2000), I need direction, My uptigh life, I can’t find my way home o las primeras líneas del tema que hemos rescatado, Dumb dumb dumb, que rezan take me back to what I know because I don’t know where to go. Sin embargo el agotamiento creativo parece lejano en un compacto álbum lleno, una vez más, de grandes canciones que nosotros resumimos en la insultante sencillez del tema que hemos escogido. Con su sonido perfectamente asimilado a lo largo de los años, los de Glasgow vuelven a ofrecernos una píldora pop incontestable donde la sublime melodía, una vez más compuesta por Blake y las guitarras delicádamente rasgadas nos conquistan a la primera escucha. Lejos de empalagar, la sentida letra, los impecables arreglos y la cuidada instrumentación nos hacen amar un poco más a los escoceses. No es su mejor disco pero sigue teniendo la capacidad de otros de la banda de cambiar estados de ánimo e iluminar un día gris. Que no es poco.
.
5. MELLOW DOUBT (de Grand Prix).1995
Otro álbum enorme que no podía quedar sin representación en nuestra lista es Grand Prix (1995), el quinto trabajo de Teenage Fanclub, uno de sus discos que mayores elogios ha cosechado. Como si de una clase magistral de pop clásico se tratara, desde los primeros compases del álbum a Hardcore/Ballad, tema con el que lo cierran, el festival de estribillos y melodías intachables es digno de mención. Manteniendo las esencias habituales de The Byrds, Beatles y Big Star, los escoceses volvieron a crear un álbum intemporal donde no sobraba nada y plagado de potenciales singles (About you, Sparky’s dream, Neil Jung…). Nosotros hemos recuperado Mellow doubt, un agridulce corte de desamor con una lírica demoledora: it gives me pain, when I think of you, the things together that we’ll never do (…) nothing is greater than to be with you. Otra sentidísima composición del señor Blake que comienza calmadamente con su voz entre compases de batería, para luego explotar en una bellísima melodía marca de la casa, una insinuante línea de bajo y un memorable estribillo con silbidos incluídos. Imposible no amarles.
.
BONUS TRACK. I’M IN LOVE (de Here).2016
No podíamos cerrar la lista sin un pequeño añadido del disco que los escoceses llevan desde septiembre presentando en directo, otra muestra más del delicioso sonido de la banda y el primer single de su último álbum hasta la fecha, Here (2016). I’m in love es puro pop guitarrero de altura, algo a lo que nos tienen más que acostumbrados Teenage Fanclub y con el poso soleado y romántico que imprimen a muchas de sus canciones intacto. Dotado de una cadencia acelerada y las siempre inapelables armonías vocales de Blake y Love, la banda de Glasgow despliega una letra sencilla a más no poder pero tremendamente efectiva: me siento bien cuando estás cerca de mí, eso es suficiente / ¿verdad que el amor es un gran misterio? Ahora estoy enamorado de ti. Un tema para escuchar una y otra vez y seguir gozando, creamos en el amor o no.
.
CÉSAR ALONSO