Han vuelto. Quince años ha habido que esperar para que los inclasificables Violent Femmes se decidan a publicar su noveno álbum. Los de Milwaukee (Wisconsin), capitaneados por el genial Gordon Gano, presentan We can do anything (2016), el esperado regreso de una de las bandas fundamentales de los ochenta y los noventa, que verá la luz el próximo 4 de marzo a través del sello [PIAS].
Lo cierto es que Violent Femmes nunca se han separado oficialmente, sino que han seguido ofreciendo conciertos desde su último álbum de estudio, Freak Magnet (2000) y han editado alguna pequeña grabación, como el Happy New Year EP con el que reaparecían en junio del año pasado para el Record Store Day. Atrás quedan algunos discos míticos ya, como su flamante debut Violent Femmes (1982), Hallowed Ground (1984) o New Times (1994), por citar algunos. Más de treinta años de carrera casi ininterrumpida y una manera especial de entender la música, con su característico sonido a medio camino entre el folk y el punk, que el citado Gordon Gano (voz y guitarra), Brian Ritchie (bajo) y su miembro más reciente, Brian Viglione (percusión), que sustituyó en 2013 a Victor DeLorenzo, ejecutan a la perfección.
We Can Do Anything, concebido a partir de un tesoro de viejos demos en cassettes y diarios de Gano, más de cien horas de grabaciones, contiene diez nuevas canciones y ha sido producido por un viejo conocido del grupo, Jeff Hamilton, componente de la banda de apoyo en directo Horns of Dilemma y mezclado por el legendario John Agnello (Sonic Youth, Dinosaur Jr., Kurt Vile). Un disco grabado parcialmente en Milwaukee y también en estudios de Los Ángeles, Nashville, Brooklyn y Denver durante la gira de los Femmes el pasado verano junto a Barenaked Ladies. De hecho, el teclista de la banda canadiense, Kevin Hearn, es uno de los ilustres colaboradores del álbum y autor de la portada del mismo.
Memory, nuestra canción de la semana y primer adelanto del nuevo álbum, nos lleva inevitablemente hasta los Violent Femmes de sus inicios, no obstante llevaba años guardada en un cajón. Un nervioso corte con todos los ingredientes que convirtieron a los de Milwaukee en una banda de culto, con sus ganchos vocales e instrumentales intactos y donde Gordon Gano y los suyos reemplazan la angustia adolescente por la frustración de la mediana edad: come back so I can tell you how I’m annoyed by the fact I can’t remember your smile or your frown (…) I can’t remember the name of your hometown. I don’t remember the color of your eyes. Regocíjense, los Femmes están de vuelta.
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CÉSAR ALONSO
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