DESNUDANDO LA MÚSICA: Los ‘hasta siempre’ del 2015

obituarios 2015

Cuando el año languidece llega el momento de mirar hacia atrás para recordar a los que nos dejaron. Es inevitable la tristeza y la melancolía, aunque también la ilusión de que, en el arte que nos toca, los artistas perduran a través de su legado. Nuestra admiración y sincero recuerdo a los artistas que nombramos a continuación (y nuestro perdón a los que se nos olvide mencionar).

El mundo del r&b ha sufrido unos cuantos mazazos en el 2015. En el mes de mayo fallecieron dos de sus reyes, B. B. King y Ben E. King. Al primero  le dedicamos un post recordando su trayectoria. Del segundo como no mencionar la canción por la que pasará a la eternidad, la dulce Stand by me, en el puesto 25 de una afamada revista de las mejores canciones de todos los tiempos. También dentro del género del blues, soul, r&b, poco antes de estos dos artistas moría en Baton Rouge Percy Sledge, el autor de, entre otras, When a man loves a woman. Y el compositor Don Covay, toda una figura del blues, dejaba este mundo a principios de año. Compuso para grandes como Aretha Franklin (su famoso Chain of fool), o Mercy Mercy, popularizado sobre todo por The Rolling Stones.

El cantante Errol Brown nos dejó a consecuencia un cáncer de higado. Su banda, Hot Chocolate, obtuvo su mayor éxito con la pegadiza Sexy Thing (recuperada con gran éxito para la película Full Monty).

Puede que no les sea muy conocido el nombre de Jackie Trent, pero esta británica fue una afamada compositora que escribió, junto a su exmarido, temas para Frank Sinatra, Petula Clark o Dean Martin entre otros. Residía en Menorca desde hacía tiempo.

Dos compositores de canciones de Elvis Presley tuvimos que despedir en el presente año. El primero, Sid Tepper, que escribió nada menos que 43 canciones para El Rey, sobre todo para sus filmes. El segundo, Wayne Carson, coautor de la maravillosa You are always on my mind y la no menos fascinante The Letter, el gran éxito de The Box Tops.

En el mes de febrero despedíamos con tristeza a Lesley Gore, mundiálmente conocida por su It’s my party.

Otro gran compositor, Rod MacKuen, fallecía en enero. Poeta y autor de más de 1.500 canciones y nominado en dos ocasiones a los Oscar, convirtió la canción de Jacques Brel Le moribond en Seasons in the sun.

El rock ha quedado también manco con la pérdida de muchos artistas. Scott Weiland, cantante de las bandas de grunge Stone Temple Pilots y Velvet Revolver era encontrado sin vida este mismo mes de diciembre, durante una gira por Estados Unidos. Las causas de la muerte parece haber sido un fallo cardíaco; su esposa negaba que consumiera actualmente drogas, a pesar de haberse hallado cocaína (y viagra) en el autobus donde se halló el cadáver. Scott tenía un pasado tormentoso de problemas con drogas y mentales (diagnosticado de esquizofrenia y trastorno bipolar).

Steve MacKay, saxofonista de The Stooges, la banda de Iggy Pop, nos abandonaba en octubre a causa de una septicemia a los 66 años de edad. Había colaborado también con otras bandas insignes, como Violent Femmes. Iggy utilizaba Facebook para recordar la grandeza y generosidad de su excompañero. Y The Stooges pasamos a otra banda de culto, esta vez unos pioneros del ska, The Specials. Tras una fulminante enfermedad fallecía Rico Rodriguez, su trombonista. Al contrario que él, una larga enfermedad acababa con la vida del exbatería del grupo de rock Motörhead, Phil «Philty Animal» Taylor. La banda británica setentera Yes perdía en el mes de junio a su bajista y compositor principal, Chris Squire, a causa de una leucemia. Tanto Motörhead como Iggy Pop habían versionado el tema Louie Louie, de The Kingsmen. La voz que hizo famosa la canción, Jack Ely, fallecía en su casa de Oregón a los 71 años de edad.

Otra banda sesentera que queda huérfana es la británica Free. Su bajista Andy Fraser fallecía tras una larga lucha contra el cáncer y el sida. Uno de sus mayores éxitos fue su composición del 1970 All right now.

En el mes de marzo nos dejaba otro bajista de rock, concretamente del denominado AOR (Adult Oriented Rock). Mike Porcaro, del grupo Toto, moría con solo 59 años por una terrible enfermedad, la esclerosis lateral amiotrófica. Inolvidables son algunas de sus baladas, como África y Rosanna. Y de bandas de culto seguimos hablando. Los británicos Alan Parson Project perdían a su voz, Chris Rainbow, componente también de Camel. A principios de año fallecía Danny McCulloch, bajista de Eric Burdon and The Animals, nombre con el que los primitivos Animals pasaron a denominarse en Estados Unidos. Además de esta banda, también había acompañado a Muddy Waters y Jerry Lee Lewis.

A. J. Pero, exbatería de los incombustibles Twisted Sister falleció a causa de un paro cardíaco a los 55 años de edad. Se encontraba inmerso en plena gira con su actual banda, Adrenaline Mob.

Neil Young sufría dos grandes pérdidas en 2015. Primero fue Tim Drummond, su bajista (que también había colaborado con Bob Dylan). Y poco después Dallas Taylor, batería de su banda CSNY (Crosby, Still, Nash&Young. 

En el mes de abril, un accidente de coche se llevaba por delante al fundador y exbatería de Lynyrd Skynyrd, Bob Burns. Si el grupo no les dice nada, otro gallo cantará (o sonará) si les recordamos uno de sus temas más emblemáticos, Sweet Home Alabama.

En un género menos comercial, el folk británico perdió a uno de sus exponentes, John Renbourn, fundador del grupo Pentangle e influencia indiscutible de los grupos posteriores.

En el ámbito del jazz, nos dejaba una leyenda del llamado free jazz, Ornette Coleman. Y el country despedía a Lynn Anderson, que será recordada especialmente por la bonita Rose Garden.

El cantante Demis Roussos consiguió llevar a buena parte del mundo en las décadas de los ’70 y ‘8’ sus raíces griegas, un país poco conocido musicalmente (sirtakis aparte). Nos dejaba tempranamente en enero, a los 68 años.

Dentro del mundo pop nos provocó gran dolor la muerte de Carey Lander, la teclista de la banda escocesa Camera Obscura, apadrinada por el genial Stuart Murdoch (Belle & Sebastian). Con solo 33 años perdía la batalla contra un cáncer oseo.

En nuestro país también hemos sufrido mazazos considerables. Uno que causó bastante conmoción fue la muerte repentina del cantautor Javier Krahe. Qué podemos decir de él…mejor leer el post con el que le homenajeamos. También supuso una gran pérdida la muerte de una de mejores compositoras que ha dado nuestra tierra. Nos referimos a la mitad del grupo Vainica Doble, Gloria Van Aerssen. Influyentes en multitud de grupos de variados estilos y cantautores, siempre podremos oír con deleite la lírica y elaborada letra de sus canciones, casi poesía.

Aunque no español, pero sí compartiendo nuestro idioma y mucho más (somos españoles en el amor a su orden y despelote) ha dejado un hueco imposible de llenar el cómico y músico argentino Daniel Rabinovich, uno de los cerebros de los insuperables Les Luthiers. Tras formarse en algo tan serio y lucrativo como la notaría, decidió dedicarse a algo mucho más humorístico. Junto a sus compañeros supieron poner la música al servicio de la risa, o viceversa. Inolvidable.

Recordamos también a Jesús Arias, guitarrista de la banda punk Trust. El amor a Granada y a García Lorca le unió en amistad y colaboración con dos grandes y tan diferentes como el cantante de The Clash, Joe Strummer y el flamenco Enrique Morente, con quien colaboró en su magnífica obra Omega. Solo tenía 52 años de edad.

Morcillo ‘El Bellaco’ fue otro de esos imprescindibles del rock de los ’80. El valenciano colaboró en grupos como Los Romeos, Los Auténticos, Morcillo el Bellaco y Los Rítmicos, entre otros. Nos dejó en febrero, tras una larga enfermedad. Como muestra de su humor el epitafio que dejó encargado Perdonen que no me levante.

A los 66 años moría Sergio Blanco, media naranja de Estíbaliz, en relación y profesión. Excomponente de Mocedades y El Consorcio, llenó muchas páginas de la música ligera española.

Y no podemos olvidar a alguien relacionado estrechamente con la música, sin ser artista (al menos explícitamente). Se trata del locutor Juan Claudio Cifuentes, Cifu. Un derrame cerebral fue responsable del fallecimiento de uno de los mayores difusores en la radio española a través de programas como Jazz porque sí o en TV con Jazz entre amigos. En 2010 obtuvo el premio Ondas por su labor de difusión y divulgación de este género.

Para acabar, queremos darle una nota menos trágica a estos obituarios. Y qué mejor que un gag de los maravillosos Les Luthiers. Humor y música unidos de la mano haciendo la vida un sitio más agradable. Hasta siempre a todos.

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Concha Gallén

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