La comedia siempre ha sido considerada un género menor, la hermana pobre de la todopoderosa tragedia. Así ocurre en numerosas artes como la literatura, el cine o teatro, donde los artistas entregados a la causa del humor reivindican las dificultades que tienen para que reconozcan la calidad de sus obras sin el menosprecio que lleva el género cómico . En Velvety pensamos que frente a los pequeños problemas de cada día y los grandes dramas universales, solo el sentido del humor es a veces el que nos saca del escepticismo, la desesperanza y la oscuridad. Es por ello que reivindicamos en este post grupos cuyas canciones van más allá del humor, rozando la parodia, la hilaridad y a veces hasta el absurdo. Además, hoy incluimos solo material patrio. Porque tenemos un abanico lo suficientemente grande y porque damos muestras de ser capaces de reirnos de todo, con la que está cayendo.
Sin duda, de entre todas las bandas de música que arrancas risas y sonrisas, la más longeva y de la que somos devotos fans desde sus inicios son Un Pingüino en mi Ascensor. Reyes del estilo que denominan nasal pop, en sus inicios, allá por 1987, el único integrante era José Luis Moro (reputado publicista), al que se unió posteriormente Mario Gil, que procedía de bandas tan relevantes en la movida madrileña como La Mode y Paraíso. Con su sonido inconfundible, basado en un teclado Casiotone, siguen fieles a sus letras descacharrantes y originales, en las que son capaces de nombrarnos 41 pelis porno (reales), hacer una oda a los pirómanos (Piromanía), declarar su pasion a Catherine Zeta Jones (Querida Catherine Zeta) o defender cualquier tipo de relación amorosa (En la variedad está la diversión). Desde hace un tiempo, en sus continuos bolos se han sacado de la chistera la Obra social del pingüino, en la que hacen versiones absolutamente libres de títulos clásicos como In the army now, (Me han sodomizao), Rasputin (Urdangarín) Beat it (Pitis) o Love is in the air (Vuelo en Ryan Air). Imprescindibles.
En el año 93 nacían Los Petersellers, una banda de estilo guateque-rock especializada en versionar temas por todos conocidos, como Blitzkrieg Bop (Homenaje a los Ramones), la banda sonora de La Pantera Rosa -como no- , Enola Gay (Manolo es gay), aunque también cuentan con material propio.
Proveniente del exitoso grupo Los NIkis, el batería Joaquín Rodríguez fundó Los Acusicas junto con Mauro Canut (Los vegetales) en 2003, debutando con el disco Ha sido este. De ellos nos quedamos sin duda con lo que llaman híbridos o bootlegs, que consiste en mezclar dos canciones que, en su origen, no tienen nada que ver. Así, son capaces de combinar en un mismo tema a Nirvana con Mecano (Nirvana Torroja), The Rolling Stones con Melody (Melody for the devil), Ricky Martin con Offsprings (Pretty fly for Ricky Martin),o a Europe con Raphael (The final escándalo). Los recomendamos a pie juntillas. Hasta el mismísimo Phil Spector quedó impresionado cuando, por casualidad, cayó en sus manos una maqueta del grupo.
Desde Euskadi nos han hecho reír Ciclos Iturgáiz, recién disueltos para nuestra desgracia. Probablemente sean de los que compongan letras más irreverentes y políticamente incorrectas. Sus dos discos digitales -y gratuitos- componen una amalgama de temas donde despliegan toda su aversión a…prácticamente todo: reality shows, Internet como forma de ligar, los montañeros famosos, las bodas, las niñas prodigio americanas y la doble moral de USA (Hannah Montana)… Ana Rosa Quintana, por cierto, les denunció por una de sus canciones donde la aluden.
Uno de los últimos descubrimientos de Velvety ha sido el trío Los Ganglios. Estos pacenses afincados en Barcelona han desplegado su humor desde 2011 en tres discos, donde se mofan de la deformación del lenguaje provocado por las redes sociales y la tecnología (LOL), dedican una cumbia a dos grandes naturalistas (La cumbia de Felix y Jacques), declaran su amor a un engendro interestelar (Eres mutante) y realizan una versión porno de la obra cumbre de la literatura española (El Quijote P.)
En 2009 se forma la banda El Reno Renardo. Con un estilo freak metal aúnan canciones originales con versiones de temas famosos con sus propias letras Tu hamster (Duhast, de Rammstein), Cien idiotas (Cien gaviotas de Duncan Dhu), Subnorcracia (La chica yeyé) y un largo etcétera.
Es interminable la lista, pero para nombrar a la mayoría solo tenemos que remitirnos al Festival Mundo Idiota. Desde el 2010 presentan en su cartel lo más florido del panorama friki nacional (por votación popular). Entre sus participantes encontramos a Los Berzas (que versionan I love rock and roll bajo el nombre Yo amo el jamón), Los Gandules, que emulan el Show must go on de Queen en Pon más jamón (sí, la obsesión jabugesca de estos grupos tendría un post propio), Manolo Kabezabolo (variando el 15 años del Dúo Dinámico por la explícita 15 gramos), Engendro (parodian la banda sonora de Comando G en El punto G), Juako Malavirgen (en su canción El feo de los Ramones es capaz de incluir en un estribillo lo más popular de la rumba española) o Gigatrón (parodian The final countown en Te peto el cacas). Si quieren seguir ahondando en este género, les nombramos otros cuantos: Mamá Ladilla, El Chivi, Lendakaris Muertos, Juan Abarca, Barrio Tomillo, La Parroquia del Monaguillo…
Difícil elección para el post, pero como buenos cuarentañeros sucumbimos ante El Reno Renardo y su Crecí en los 80, en la que nos traen a la memoria todo lo que rodeó nuestra infancia, desde Sabrina hasta El equipo A, pasando el grupo Parchís y el champú Filvit: Yo nací en los 80 y sobreviví, haciendo la grulla de Karate Kid…. Humor sin melancolías.
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Concha Gallén. Psicóloga&Coach
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