DESNUDANDO LA MÚSICA: Triángulos de amor (bizarros)

Si existe una Santísima Trinidad en la música, esta es sexo, drogas y rock ‘n roll. Necesitaríamos meses para escribir todo lo que ha rodeado la vida sentimental o sexual de las estrellas musicales, así que en este post nos centraremos en cuernos, en los triangulos amorosos más famosos de la historia, con mayor o menor grado de aceptación.

Aunque sea obvio, cómo ignorar y no comenzar con el que probablemente es uno de los más famosos y comentados ménage del mundo del rock, el que rodeó a la protagonista de la canción Layla. La historia es bien conocida: modelo jovencísima, Pattie Boyd, contratada para aparecer en una película de los Beatles vuelve a loco a un George Harrison que se casa con ella poco después. Pero mientras su marido presta demasiada atención a lo divino (la religión) y lo humano (sus continuas infidelidades), el momento es aprovechado por un gran amigo de George, Eric Clapton para acercarse a ella, quien es su foco de obsesión desde hace tiempo. No se sabe si comenzó como amor del bueno o como intento de encelar a su distante marido, pero el caso es que Eric Clapton sí que se enamoró de ella y le dedicó la canción Layla, cuando para su pesadumbre Patty volvió con George. Pero como el destino da muchas vueltas, años más tarde, todo acabó en boda entre Patty y Eric, con el mismísimo ex Beatle tocando para su (fiel) amigo y su ex (¿demasiado civilizado?)

Y de Layla pasamos a Angie, una historia sujeta a múltiples interpretaciones. The Rolling Stones consigue en 1973 un número 1 con esta preciosa balada sobre el amor perdido. Durante años se especuló con que la protagonista fuera nada menos que Angela Barnett, por entonces mujer de David Bowie. Cuando salta el verdadero escándalo fue tiempo después. Angela, ya divorciada de Bowie y habiendo prescrito su contrato postdivorcio, que le impedía hablar de su relación, acude al programa televisivo de Joan Rivers y suelta la bomba de que una mañana al volver a casa se encontró en la cama a su marido junto a Mick Jagger, ambos desnudos. Aunque posteriormente quitaría hierro al asunto, fue ella misma quien alentó la posibilidad de un affaire entre ellos. El propio Keith Richards, autor de la canción, intentó desmentirlo aludiendo a que la escribió como terapia mientras su mujer daba a luz y él se encontraba en otro clínica, en este caso desintoxicándose. Como comentó el propio David Bowie: elijan el rumor que prefieran.

Y con los Rolling continuamo (en realidad ellos solitos darían para una sección entera). En 1965, el entonces líder del grupo, Brian Jones, comienza una relación con la actriz y modelo Anita Pallemberg. De todos era sabido los problemas mentales y de personalidad cada vez más graves derivados de su incontrolable adicción a las drogas. El punto final de la pareja ocurrió en un viaje a Tánger, cuando una Anita aterrada busca refugio en la habitación de Keith Richards huyendo de la paliza de turno del bueno de su novio. Es cierto que la modelo se consoló con practicamente todos los componentes del grupo, si bien fue con el guitarrista con quien se casaría y tendría tres hijos, durando la unión 15 años.

Aunque se apellidaron comercialmente como Ramone, nada más lejos de la realidad una historia fraternal entre el cantante y el guitarra de la banda. El líder del grupo neoyorquino tuvo que soportar que su musa, Linda Danielle, de quien estaba profundamente enamorado, le abandonara y se casase con su compañero Johnny, al que ya detestaba por sus manifiestas ideas neonazis. En este caso surgió lo más básico del ser humano, un terrible odio entre ambos que les mantendría alejados el resto de su vida (no se volvieron a dirigir la palabra) y cuya historia quedaría explícitamente definida en la canción de Joey The KKK took my baby away (el Klu Klux Klan se llevó a mi chica).

Con semejantes historias, lo que vivimos últimamente se queda en pecata minuta, aunque siguen acaeciendo morbosas historias. La prensa rosa se frotó las manos cuando se descubrió que el guitarrista de Bon Jovi, Richie Sambora, había dejado a su mujer, la actriz Heather Locklear por la mejor amiga de esta, la también intérprete Denise Richards. Sobre el divorcio entre la cantante Madonna y el director inglés Guy Ritchie siempre han sobrevolado rumores de infidelidad por parte la cantante con el jugador de béisbol Alex Rodríguez, nunca confirmados por ninguna de las partes.

La prensa americana ha llenado múltiples artículos con el supuesto engaño al que sometió la cantante Jessica Simpson a su primer marido Nick Lachey, componente del grupo 98 degrees, con el cantante de Maroon 5, Adam Levine. Y la siempre polémica Britney Spears también parece que tuvo algo más que una amistad con el actor Ben Affleck cuando mantenía su casto y publicitado noviazgo con Justin Timberlake.

En nuestro país el triangulo más famoso de los últimos años ha sido protagonizado por Shakira, a quien el mundial de Sudafrica y el Waka Waka unió sentimentalmente con el futbolista Gerard Piqué cuando aún mantenía una relación con su eterno novio Antonio de la Rúa. Y para deleite de los antifans de Justin Bieber, este mismo verano en Ibiza los tabloides se hacían eco de la pelea que llegó a los puños entre el canadiense y el actor Orlando Bloom, picados al parecer desde hacía tiempo por ese extraño cruce de parejas en el que se hayan metidos, con las ex de ambos, la cantante Selena Gómez y la modelo Miranda Kerr, de por medio.

Terminamos como comenzamos, con la deliciosa Layla de Eric Clapton en su versión original, con el supergrupo Derek and the Dominoes. Disfruten de la música (si no es posible del amor).