La única visita a España de la gira de Bruce Springsteen vista desde dentro de El Molinón con la pasión desmedida que provoca. Magnífica y sentida crónica de Mª Jesús Rojas del concierto del Boss del pasado miércoles.
Antes de partir para Asturias, mi amigo César Alonso me pidió que escribiera para su blog la crónica del que ha sido mi quinto concierto de Bruce Springsteen hasta la fecha (todo comenzó hace 10 años, cuando otra amiga, Toñi, que es fan incondicional del Boss de toda la vida, me propuso ir a verle al estadio madrileño de La Peineta)…
En primer lugar, quiero agradecer a César el honor de poder escribir en su blog. También quiero pediros disculpas a tod@s porque esta entrada tiene más de vivencia personal que de crónica musical… Escribo estas líneas cinco días después del concierto y ya hemos podido leer mil y un comentarios y artículos magníficos sobre lo que se vivió esa noche en Gijón. Así que, mis tiros van a ir por otro lado…
Los conciertos de Bruce nunca defraudan, siempre dejan el regusto de haber vivido un momento glorioso, de haber asistido a uno de los mejores espectáculos musicales que se pueden gozar en este planeta: un auténtico aquelarre rockero en el que miles de almas comparten energía y devoción por Bruce y su banda en un ritual de varias horas de cánticos, danzas y sensaciones orgásmicas…
Nada falló (aunque el sonido en algunos momentos y zonas del estadio del Molinón dejaba bastante que desear y dificultaba meterse en ambiente). Ahí estaban Bruce Springsteen y la E Street Band demostrando que la experiencia es un grado, que nadie tiene más oficio que ellos, que su profesionalidad es sobrehumana y que la pasión puede sobrepasar todos los obstáculos… el resto lo pusimos los 30.000 que nos dimos cita allí: la entrega fue mutua y total…
Energía, pasión, solidaridad, denuncia, magia, emoción, conexión, amor… Apenas tres días después de la noche de San Juan, decenas de miles de corazones ardieron y quemaron fantasmas y malos rollos danzando alrededor de la hoguera que unos cuantos tipos llegados de New Jersey encendieron en la noche asturiana.
Personas de todas las edades (de más de 70 años y de pocos meses), procedencias (Asturias, Madrid, Galicia, Andalucía…) y condiciones físicas se dieron cita en el Molinón. No puedo dejar de recordar a Andrea, una niña de 18 meses que bailaba con sus padres y aplaudía enfervorecida. Era su primer concierto, aunque ya desde el vientre de su madre había disfrutado de otro de Arcade Fire en Bilbao (¡la peque lleva el amor por la música en los genes y en las venas!)… Unos bailaban sin parar, otros disfrutaban sin apenas mover los pies, algunos vivían el concierto desde su silla de ruedas o con muletas… hasta l@s chic@s de las barras bailaban mientras servían minis de cerveza y copas (mención especial a Parra, ese camarero gaditano que se convirtió en mi proveedor habitual y con el que compartí conversación y risas).
Hubo momentos estelares: un “The River” que treinta años después sigue sonando fresco y poniendo los pelos de punta; la sorpresa del “Travellin’ Band” de la Creedence, la espeluznante “Jack Of All Trades” dedicada a Proyecto Hombre que mostraba una vez más al Bruce más comprometido (también Cáritas y la alcaldesa de Gijón fueron testigos de la enorme calidad humana de Springsteen), los increíbles solos de Jake Clemons que nos devuelven el brillo y el recuerdo emocionado de su tío, el inolvidable “Big Man” Clarence Clemons…
Pero fue en los bises cuando, en mi opinión, se vivió el éxtasis colectivo… Empezamos con el siempre energético “Radio Nowhere”, para enlazar sintiendo y gritando desde lo más profundo de nuestro ser que “We Were Born In The USA”… Después de vaciarnos en las dos anteriores, reconocimos que “Tramps Like Us, Baby, We Were Born To Run”… Al borde de la extenuación, llegan una enloquecedora “Seven Nights To Rock” y el habitual “Dancing In The Dark” (con el clásico baile de Bruce junto a una chica del público y con otra pudiendo tocar una guitarra a su lado)… El Molinón se rinde al orgasmo múltiple: las piernas no pueden parar, las gargantas apenas emiten gemidos, los corazones se salen del pecho… Esto no hay quien lo pare…
Y es entonces cuando Bruce y su banda regulan la intensidad con un instante colmado de emoción y sentimiento en el que tod@s nos volvemos a entregar con una sonora ovación: el homenaje a Clarence y Danni Federici con “Tenth Avenue Freeze-Out”…
Pero aún quedan emociones: el “Twist And Shout” con acordes de “La Bamba” y el “Shout” de los Isley Brothers nos hacen sacar las últimas fuerzas de reserva, para seguir danzando y cantando…
Y la noche acaba con un momento íntimo, evocador, lleno de sensibilidad: Bruce, en solitario, con su guitarra, su armónica y la emoción a flor de piel, entona “Thunder Road”… 30.000 gargantas la corean en un susurro cerrando con un suave e intenso abrazo una tremenda noche de pasión.
Para completar esta entrada, comparto con vosotros algunos vídeos colgados por los fans (http://www.blogseitb.com/brucespringsteen/2013/06/28/videos-gijon-2013/) y recopilados por la periodista de la ETB, Fátima Baeza, en su blog (http://www.blogseitb.com/brucespringsteen/). También el resumen que apareció en la web de Bruce Springsteen (http://brucespringsteen.net/news/2013/notes-from-the-road-gijon) y la lista de canciones que se elevaron en el cielo asturiano durante tres horas y media.
- 01. My Love Will Not Let You Down
- 02. Out in the Street
03. Better Days
04. Ain’t Good Enough For You
05. Travelin’ Band
06. Wrecking Ball
07. Death to My Hometown
08. Spirit in the Night
09. Jack of all Trades
10. The River
11. Atlantic City
12. You Can Look (But You Better Not Touch)
13. Darlington County
14. Because the Night
15. She’s The One
16. Rosalita (Come Out Tonight)
17. Shackled and Drawn
18. Waitin’ On a Sunny Day
19. Drive All Night
20. The Rising
21. Badlands
22. Light of Day - 23. Radio Nowhere
- 24. Born in the U.S.A
- 25. Born to run
- 26. Seven nights to rock
- 27. Dancing in the dark
- 28. Tenth Avenue Freeze-out
- 29. Twist and shout
- 30. Shout
- 31. Thunder road (acústico)
Mª Jesús Rojas. Gijón